sábado, 22 de octubre de 2011

CRYING A RIVERA

Mi mejor amigo, Carlos... me dejó de hablar hace poco.
Me duele, y lo extraño... pero me duele más porque él no me extraña. 
A él no le nace decirme que me extraña, a menos que le marques y le preguntes al cabrón.


Y hoy, casi lloro al instante de ver sus fotos con sus nuevos amigos Y AMIGAS.
Me partió el corazón.
Mientras yo, buscándolo, hablándole... amándolo: él me dejó por estar con ellos...


Odio mi vida.
¿Por qué no puedes amarme, Carlos? ¿Qué hago? ¿Qué necesitas?


Pero, si... mis preguntas son súper estúpidas.
Ni lo mencionen.


Te extraño... pero no vas a regresar; y definitivamente has dejado atrás la promesa que teníamos de vivir juntos tú, Viany y yo, como buenos mejores amigos que somos. 
Lástima... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario